DIA DE LA INDUMENTARIA RONCALESA 2010

INTRODUCIÓN
LA SEMILLA ESTÁ PLANTADA


El 31 de julio de 2010 pasará a la historia de Isaba y del valle de Roncal como una jornada especialmente importante.

Hacer esta afirmación puede parecer todo un ejercicio de narcisismo, tanto más si se hace desde la organización de aquellos actos que se celebraron. Sin embargo, implicaciones aparte, hay que admitir que, si utilizamos como referencia la realidad de hace tan sólo dos décadas, es evidente que sacar a la calle 85 trajes y desarrollar todo el programa de actos que se hicieron, y con una implicación popular como la que hubo, a todas luces es un verdadero éxito.

La asociación Kurruskla tiene unos objetivos culturales y sociales; y no cabe la menor duda que la organización de esta jornada sirvió para cumplir, y con creces, con estos objetivos.

Por un lado, atendiendo a los objetivos culturales, la organización de esta jornada ha servido para que los vecinos de Isaba, y en menor medida los del valle, hayan adquirido unos conocimientos básicos en torno a la historia del traje roncalés. Seguro que a partir del 31 de julio tenemos todos una perspectiva diferente de lo que para nosotros debe de representar la indumentaria de este valle.

Simultáneamente, hemos sido capaces de llegar a recomponer el listado de variantes de la indumentaria roncalesa que, a día de hoy y en base a los documentos existentes, se puede llegar a conocer. Y de todos estos, hemos llegado a presentar 16 variantes de las 21 que conocemos; en algunos casos se han mostrado a los vecinos algunas prendas que ya habían caído en el olvido, incluso de los más ancianos. Es el caso de la zaleja de cristianar, o de la ongarina de acudir a la iglesia, prendas estas que se mantuvieron vivas hasta aquella generación que nació en la segunda mitad del XIX.

A esto hay que añadir el eco informativo que ha tenido el I Día de la Indumentaria Roncalesa, que se traduce en cuatro páginas monográficas de los trajes roncaleses en los dos rotativos provinciales (“Diario de Navarra” y “Diario de Noticias”), y un amplio espacio en la programación regional de TVE. Con todo lo que esto supone de difusión de nuestro patrimonio.

Y por otro lado están los objetivos sociales. Pocas veces se había hecho nada en Isaba con tanta implicación del vecindario, el cual a su vez se ha reencontrado, una vez más, con su propia historia, con sus propias raíces. Ha servido, además, para consolidar aún más la integración dentro del pueblo de todas aquellas personas que, no siendo naturales de Isaba, viven en nuestro pueblo buena parte del año, y se implican a la hora de conseguir que este pueblo y este valle sean espacios vivos y con futuro.

Atrás se nos queda una jornada bonita y vistosa. Todos pudimos percibir el buen sabor de boca que dejó entre quienes fueron testigos de ella, y también esa impresión generalizada de que esta es una jornada con mucho futuro.

La escenificación en la travesía de la llegada de las alpargateras, la presentación de los trajes en el anfiteatro, el cortejo por el antiguo Camino Real, y el alarde de armas en la Plaza de la Villa, fueron cuatro estampas que impresionaron gratamente a todos. Es evidente que todas las enhorabuenas que recibimos esos días hay que repartirlas entre todas aquellas personas –afortunadamente muchas- que con su aportación hicieron posible el desarrollo de todos estos actos.

Dentro del capítulo de las curiosidades, sépase que celebramos este I Día de la Indumentaria Roncalesa exactamente el mismo día que se cumplían 43 años del fallecimiento de la última persona que en Isaba y en todo el valle del Roncal vistió la indumentaria roncalesa. Sucedía esto un 31 de julio de 1967.

Lo que importa ahora es mirar hacia el futuro. Hay que pensar en el próximo año, en el II Día de la Indumentaria Roncalesa. Hay que corregir errores o defectos que haya podido haber en la primera edición, hay que preparar nuevos trajes, hay que poner fechas, hay que repartir tareas… El éxito tiene que empezar ya, con el trabajo y la implicación del máximo número de personas.

Resumiendo; que la semilla está plantada, y bien plantada. A partir de ahora en nosotros está que la reguemos y le hagamos crecer.

Foto: Idoya Hualde

Foto: Pablo Roa